La escuela
UNA ESCUELA RURAL EN EL PREPIRINEO
Las escuelas del Valle de la Guarguera
El mayor crecimiento de la escuela pública, laica y gratuita fue en la época de la II República y se materializó el movimiento de la Escuela Nueva. En Aragón, por ejemplo, se crearon 422 escuelas y 115 bibliotecas en Huesca durante el primer tercio de siglo, fue el comienzo de una expansión cultural al pueblo.
En el Valle del Guarga a principios del s. XX constaban 37 núcleos de población y hasta 11 escuelas. Algunas de estas escuelas se abrieron, cerraron o unieron entre ellas en diferentes ocasiones y algunas no pertenecían al límite geográfico del Valle del Guarga, pero sí a ayuntamientos de municipios del mismo.
Las escuelas estuvieron localizadas en: Gésera, de 1892 hasta 1972, una de la que más años permanecieron abiertas; Belarra (Ayto. Gésera) de 1923 a 1967; Cerésola (Ayto. Secorún) creada más tardíamente que el resto, en 1935 y clausurada en 1964 fue denominada de difícil desempeño; Bara (Ayto. Secorún) de 1933 a 1964; Matidero (Ayto. Secorún) de 1902 a 1965 también considerada de difícil desempeño; Orús y Sobás (Ayto. Secorún) de 1902 a 1916 conjuntamente y posteriormente Orús permaneció abierta hasta 1969 y la de Sobás hasta 1963; Aineto de 1892 hasta 1902, luego se une con Gillué y en 1914 se reabre como escuela mixta hasta 1962 y posteriormente desde 1987 hasta hoy.
Solanilla (Ayto. Gésera) fue la más breve, pues su registro abarca de desde 1953 hasta 1958; Gillué igualmente de 1892 a 1902 y luego desde 1920 a 1968; la escuela de Laguarta perteneció en un primer momento al Ayto. de Secorún desde 1920 a 1934 y posteriormente se reabrió formando parte del Ayto. de Laguarta desde 1915 hasta 1972, es una de las que cerraron más tardíamente junto con la de Gésera y finalmente la escuela de Secorún, de las primeras en abrirse y en cerrarse también, se inauguró en 1874 hasta 1902, después se unió a la de Laguarta en 1915 y se registra la propuesta de clausura por inspección en 1956.
Testimonios
Nos cuenta Teresa (Casa Villacampa) que la escuela de Gésera, actualmente reformada en local para biblioteca, sede de la Guarguera Viva y usos varios, fue construida con el dinero de los pueblos de los niñ@s que acudían a ella: Grasa, Arraso, Molino de Villobas, Castillo del Guarga, Lasaosa, San Esteban y Ordovés. Tenía un patio cerrado con acacias para el recreo donde hoy hay una plaza. La entrada original esta tapiada y casi frente a ella hay una casa estrecha de tres pisos que era la casa de la maestra aunque la mayoría preferían vivir en casas de las familias del pueblo como en la suya.
La de Gillué tenía adosada una habitación para la maestra, ¡quién la pillara ahora! Pero la despoblación hizo que el ayuntamiento de Sabiñánigo la subastase y ahora esta reconvertida en vivienda.
En Aineto según cuenta José María Javierre, antiguo vecino del pueblo, él fue a la escuela desde los 7-8 años hasta los 14 en Casa Lardiés (en el dintel de la puerta se lee 1831). En su memoria, la centenaria “Casa Lardiés”, frente a la actual Casa del Pueblo, mantiene un antiguo pupitre de madera. Anteriormente, recuerda José, la escuela estuvo situada en lo que llamaban “Casa Rafael” aunque él no la conoció y no quedaban restos de ella.
Resu Santolaria recuerda que iba a la escuela de Belarra a la que acudían niñ@s de Yéspola y también de Grasa y Ordovés.
Saturnino Zamora, actual vecino de Arraso, cuenta que fue a la escuela en Solanilla cuando era niño.
Historia de la escuela de Aineto
Los habitantes de Aineto abandonaron el pueblo entre finales de los años 50 y principios de los 60. Pasados 30 años, a finales de 1980 fue de nuevo repoblado y rehabilitado. Se creó una “Escuela Libre” que durante 4 años estuvo en el bajo de “Casa Escartín”, en los dos últimos años (1989 y 1990) estuvo Joan camarero como maestro. El aumento del número del alumnado, el limitado espacio y la escasez de materiales educativos fomentó que las familias y el pueblo en general lograsen, con mucho esfuerzo constante y tenaz, que el Servicio Provincial de Educación creará una plaza de maestr@, siendo así la primera escuela rural que se reabría en Aragón.
Actualidad
En el presente curso 2017-18 el Ceip Valle del Guarga, la Escuela de Aineto (re-abierta en 1987), cumple 30 años. Por sus aulas han pasado entre 80 y 90 niñ@s de diversos pueblos de la redolada (Artosilla, Solanilla, Gillué, Nocito, Aguilar, Bergua y Gésera) ); much@s de ell@s rememoran los recuerdos de la infancia que vivieron allí, quizás más libre y más plena porque el propio entorno lo permite.
A pesar de existir un edificio en Aineto que fue en su día escuela pública, no fue posible arreglarlo, ni tampoco construir unas instalaciones de madera. Así, actualmente la escuela de Aineto está en un módulo prefabricado que se ha ido mejorando y adecuando con el tiempo. Ya no se calienta con estufa de leña, ya no se ven las paredes frías de chapa en su interior ni tiene escasez de materiales.
Estructura
Ahora nuestra escuela esta forrada de madera aportándonos una calidez exquisita, nos protegemos del frio invierno con calefacción eléctrica que se alimenta en buena parte de las placas fotovoltaicas -instaladas gracias al Proyecto Escuelas Solares- y tiene gran cantidad de materiales pedagógicos, juegos y libros que se han ido cuidando, comprando o recibiendo de pequeñas donaciones.
La escuela pertenece al Ayuntamiento de Sabiñánigo que va realizando los arreglos necesarios para su mantenimiento y las familias colaboran y ayudan en su cuidado para que sea un lugar agradable y acogedor al que se quiera venir y del que formar parte. Ellas participan en el transporte diario de los niñ@s o cuando realizamos las salidas y excursiones, donan materiales, desbrozan los alrededores del cole, pintan juegos en el recreo o la entrada del centro, organizan el comedor escolar en sus casas, aportan sus conocimientos y colaboran en los proyectos o propuestas de clase, facilitan actividades extraescolares, participan en la compra y selección de material de recreo, etc.
Juntamente con las escuelas unitarias más cercanas de Caldearenas y Senegüé el profesorado se reúne, planifica, gestiona actividades escolares y de convivencia del alumnado, ya que no pertenecemos a ningún CRA. El profesorado itinerante (Música, E. Física, Idiomas…) proviene del “CEIP Puente Sardas” de Sabiñánigo y junto a otros maestros interinos han compartido su labor en el Ceip Valle del Guarga, aportando su interés, sus ganas y sus ideas formando así parte de esta escuela.
Características de las escuelas rurales
La escuela es un espacio facilitador de aprendizajes y experiencias personales, sociales, intelectuales y competenciales, supone un recurso vivo en el medio y entorno del que se rodea y forma parte.
Este tipo de escuela se apoya en el entorno natural que nos favorece realizar salidas al campo, conocer su flora y su fauna, proponer proyectos por el pueblo y el valle, mantener un huerto escolar, vivenciar los cambios de estaciones…Conocer nuestro entorno social es fundamental; las labores y oficios, características demográficas de las localidades cercanas, su organización, etc así como el Patrimonio Cultural de nuestro entorno para explorar construcciones de diferentes épocas históricas, lugares emblemáticos de diferentes zonas del valle, etc.
El centro educativo proporciona recursos materiales que son compartidos con la comunidad, genera comunicaciones, intercambios, trabajos colaborativos… La escuela acoge a las familias y permite generar futuro porque pueden contar con ella para la escolarización de sus hij@s y así favorece que la población se fije en un lugar. Intentamos hacer del centro un espacio y un tiempo de encuentro de vida.
La vida, la alegría, la espontaneidad, el interés, el amor, la amistad, la curiosidad, … la aportan los niñ@s y la trasmiten al pueblo, al valle, para que éste siga teniendo motor de vida futura. Pueden ir solos a la escuela y crecer en entornos saludables. Es la escuela, como decía Miguel Calvo, un referente fundamental en el desarrollo de cada individuo.
Escuelas unitarias
Una característica de las escuelas unitarias es la convivencia de alumnado de edades diversas, comprendidas entre 3 y 12 años, sus relaciones son muy variadas; los mayores leen a los pequeños y cuentan sus proyectos, se hacen grupos internivelares para realizar trabajos, hay mediadores de conflictos, etc.
Como escuela unitaria seguimos velando por la igualdad de derechos en aspectos como becas de transporte, comedor, ámbito digital, mejora de comunicaciones y apoyo al alumnado con dificultades de aprendizaje.
Así las escuelas rurales son un factor importante para frenar la despoblación pues son la esperanza en movimiento.
Métodos
El Ceip Valle del Guarga -o la Escuela de Aineto- es una de las pocas escuelas que hoy día siguen teniendo un recreo abierto y sin vallar, dónde el suelo cambia según la estación del año y hay más juegos que niñ@s. El espacio natural rodea la escuela envolviéndola en frescura, son las vitaminas de este centro que se mantiene siempre joven.
Valores
Tiene como uno de los valores la ecología y educación ambiental. Hoy se habla de que despoblación y ecología van unidas pues el abandono de los pueblos ha supuesto abandono de tierras de cultivo, la deforestación o el pastoreo. No es así en Aineto, dónde sus repobladores se han adaptado al medio respetándolo, cuidándolo y viviendo con él y no abusando de él. Por eso el centro pretende mantener esa esencia, valorando lo que tenemos, conociendo otros modos de organización, compartiendo las 3 Rs en cada actividad que llevamos a cabo o reflexionando cómo podemos mejorar.
Otro de los valores que esta escuela fomenta es la solidaridad. El mismo pueblo es muchas veces ejemplo de solidaridad pues participan en múltiples campañas de ayuda a diferentes colectivos u ONG, se realizan tareas comunitarias para la mejora del pueblo, se realizan trabajos comunales entre vecinos e interpueblos y se reparte el cuidado de espacios públicos.
Nuestro centro pretende de la misma manera mantener esa actitud compartiendo y cuidando el material que es el de tod@s, se colabora con Save the Children en diferentes campañas y en otras que van surgiendo según necesidades, se fomenta el compartir durante los almuerzos,el recreo, los juegos, etc o se dan a conocer otras realidades no tan favorecidas como la nuestra.
Otro valor fundamental a desarrollar es la igualdad y el sentimiento de empatía para ello trabajamos en equipo, realizamos asambleas, valoramos situaciones y seguimos una línea de Filosofía para Niños.
Objetivos
Como escuela buscamos velar y trabajar por cubrir las necesidades de los niñ@s: seguridad, afecto, confianza, sentido del humor, entre otras. Nos preocupamos además por fomentar la curiosidad, la creatividad y la ilusión por aprender. Y a través de metodologías vivas y activas perseguimos crecer aprendiendo los unos de los otros (maestr@s y alumn@s) trabajando en equipo, desarrollando la educación emocional y atendiendo las inteligencias múltiples.
Estos serían algunos de nuestros sueños que intentamos cada día, a veces lo conseguimos, otras nos quedamos a medias, otras no. Tod@s seguimos en ello.
Arancha Salazar Romo (antigua maestra del centro) y Silvia Gómez Bosque (actual maestra).