Reseña histórica de La Guarguera

Estamos en el Valle del Río Guarga, concretamente el tramo que se extiende entre el nacimiento del río en la Sierra de Gabardón ( Laguarta) a unos 1400 metros de altitud, hasta el cruce con la actual A-23 en dirección al Pirineo, casi donde el río se une con el Gállego. Espacio encantador y lleno de belleza pero también duro para sus habitantes.

Etimológicamente Guarga derivaría del latín Gurga o Garganta, que en el Pirineo y Prepirineo se identifica como “zona de remolinos donde gira el agua generando huecos o badinas”. Este origen vinculado al agua, al río, a la vida… también ha estado unido siempre al término población o poblamiento y en todos los períodos ha supuesto una lucha por poblar y sobrevivir.

Pretender hacer un resumen histórico de la zona, en este espacio, es no ser realista, pero el objetivo tampoco es llenar hojas de datos, sino dar unas pinceladas para entender lo que fue, lo que es y lo que entre todos será la “Guarguera Viva”.

Primeras noticias

Las primeras noticias nos remontan a la transición del Mesolítico-Neolítico con el yacimiento arqueológico del Abrigo de El Esplugón (en Villobas) o al Dolmen de Ibirque (junto a los restos de esta localidad a 1330 m. de altura).

Conocemos la existencia de una calzada romana secundaria, que a través de Monrepós conectaba Osca (Huesca), con el norte. A su vez enlazada con la que comunicaba el Foro Gallorum (Gállego) con Iacca (Jaca), por el Puerto de Oroel. En Monrepós también coincidía con la “Cañada Real del Valle de Tena”, que comunicaba el Pirineo con la tierra llana (no sólo a efectos ganaderos). Es posible que el Castillo de Lerés, esté vinculado desde el final del periodo romano al control y defensa de esta ruta, a través del Puente sobre el Guarga.

Poco más sabemos de este período, alguna moneda romana y punta de flecha en el entorno de Secorún y Laguarta…., pero sí parece que durante estos primeros siglos, se ganaron tierras a los bosques, para cultivar y para mantener el ganado. Se ubicaron las primeras comunidades junto a las mejores fuentes y tierras de huerta.

Sin noticias del periodo tardoromano o del visigodo y sólo indirectas de la “ dominación musulmana”, pero sí parece ser que se utilizan las tierras ricas junto al Río Gállego ( Yilliq) y que existe un sistema defensivo frente a los “ bárbaros” asaltadores de la alta Guarguera, con la Torre Fuerte de defensa musulmana de Castillo de Guarga.

Después de ello y durante muchos siglos, la actual Guarguera formaba parte del Sarrablo ( Serrablo). Se siguen conservando y usando en la actualidad varios topónimos, que unen el territorio a este nombre. El nombre de Serrablo se usó desde el centro de Guara, hasta las cercanías de Biescas.

Medievo

La mayor parte de los autores señalan que los lugares habitados de la Guarguera, son de fundación medieval. El vacío poblacional, empieza a desaparecer a medida que los cristianos de los altos valles, junto a sus vecinos bearneses extienden el Condado de Aragón a principios del Siglo X ocupando todo este territorio y llegando en el año 950 a S. Urbez de Nocito.

Se reparte el territorio, en un régimen preforal, creando concesiones de tierra y organizando comunidades. Lo que luego dará lugar a la propiedad de la tierra Señorial, Eclesiástica o de Realengo, evolucionando hasta la propiedad privada.

Por un lado, levantando una Iglesia en cada lugar, que además de expandir la religión. La única conservada claramente románica es la de Ordovés, el resto fueron rehechas a partir del siglo XVI. La presencia religiosa sirve de organización territorial, al mismo tiempo que surgen las Familias Infanzonas que marcarán los destinos del Territorio y se ocuparan de su defensa. Al ser la línea de contención de los ataques que provienen de los Somontanos y el entorno de las urbes musulmanas.

Los Infanzones reciben del Reino de Pamplona, luego del Condado y al final del Reino de Aragón, un territorio, para administrar y defender. Constituyen con su personal, pequeños reductos militares que por un lado mantienen la defensa del territorio (primero frente a los musulmanes y después hasta el siglo XIX frente al bandolerismo).

Inicialmente junto a ellos surgen demarcaciones de concesiones a los Monasterios Cuna de Aragón (S.Juan de la Peña y S. Victorian ) y la Guarguera será el límite de su influencia, siendo sustituidos luego por otros. Como Montearagón, S,Urbez…..

No estamos ante una sociedad feudal al uso. Sí que existen los Infanzones, con gran poder y rango, pero junto a ellos hay hombres libres que cultivan las tierras de realengo o de los monasterios.

El trigo, la cebada , la avena y los nabos, son las señas de identidad de los nuevos cultivos. Junto a los pueblos, una pequeña huerta y una ganadería incipiente. Como seña de identidad de ese nuevo mundo, viñas en todas las localidades. Se conservan todavía algunos topónimos y restos de parras antiguas. El vino no era bueno, pero era un elemento religioso y cultural.

Infanzones, monasterios y hombres libres comparten la gestión de las “ Honores” (cesión de tierras que efectuaba el rey o señor a un vasallo para su utilización y/o gobierno, sin implicar que el otorgante perdiera la propiedad o que supusiera derecho hereditario para el receptor) como son el caso de Nocito, Laguarta o Matidero… Con el paso de los siglos adquieren estas tierras en un proceso que culmina en el siglo XIX con las desamortizaciones.

Grandes familias

Las grandes familias Infanzonas de la Guarguera fueron:

Los Garcés, de Casa Chantre en Laguarta
Los Villacampa, originarios del pueblo del mismo nombre y con ramas en Gillue, Bara,

Nocito… y sobre todo luego la principal de Laguarta

Los Aspe, en Azpe
Los López en Secorún
Los Escartín, Lardiés, Otín, Sanchez y Xavierre ( desde Aineto a Belarra en ambas orillas…).

Las familias se entrelazan y surgen matrimonios y uniones entre ellas, así como con los valles vecinos, de esta forma aparecen nuevas familias infanzonas en la Guarguera:

Los Maza de Lizana ( Valle del Ara),
Broto ( Sobrarbe),
Campo ( zona de Caldearenas),
Pérez ( Valle de Tena) ,
Lay y Lopez ( Sobrepuerto)…..

Al mismo tiempo que aparecen nuevos apellidos, mediante“casamiento en casa” (fórmula foral aragonesa), se extienden los originarios de aquí hacia otros muchos lugares, con la propia expansión aragonesa.

Siglo XV

Como debe ser costumbre ancestral, comienzan las disputas y a partir del siglo XV, surgen dos esferas de poder. Una parte de las familias Infanzonas se agrupan en torno a Aineto (especialmente los Sanchez) y las otras entorno a Laguarta (Villacampa), surgiendo disputas entre ellos por el control de la zona. Había pasado la crisis del siglos XIV ( Guerra, peste , hambres, climatología adversa…) que producen un vaciado de población inédito. Desaparecer lugares y la lucha es por obtener nuevos territorios en el Valle. Después de unos cien años de enfrentamientos, la casa con más influencia y poder del Valle fué la de los Villacampa de Laguarta. Su dominio territorial es muy importante, llegando desde el Somontano hasta la Solana de Burgasé y el Sobrarbe. Hicieron una importante fortuna vinculada al cultivo de cáñamo.

Siglo XVI, XVII y XVIII

El cáñamo de esta zona estaba muy valorado por su elasticidad y dureza. Era un elemento imprescindible para la construcción de barcos, por ello es los siglos XVI, XVII y XVIII casi se convirtió en un monocultivo en la zona, dando lugar a una próspera economía. Sus dividendos son el origen de las edificaciones señoriales de Laguarta, Gillué, Aineto, Secorun … y de algunas fortunas familiares. En especial los Villacampa, que convirtieron su casa de Laguarta en un centro artístico y cultural.

El sistema se mantiene similar hasta la Guerra de Sucesión. Por circunstancias y cuestiones familiares, los Infanzones se dividen de nuevo. Ahora Laguarta y Aineto son partidarias de los Austrias mientras que Secorun y Gésera (Casa Tejedor) lo son de los Borbones. Cuando termina el conflicto en 1713, como siempre, se pagan las fidelidades. Después del famoso “Decreto de Nueva Planta” y con los cambios que acontecen, Laguarta deja de ser la “capital” del Viejo Serrablo y Aineto de la Solana del Guarga. Surgen entonces como municipios administrativos Secorún (Valle del Serrablo) y Gésera( Jesera) . División qué permanece así hasta entrado el siglo XX .

Siglo XIX

Pero no son hechos aislados. En la Primera Guerra Carlista, en 1837 tuvo lugar la denominada “Expedición Real “ donde el Ejército Carlista salió de Navarra y avanzó hacia Cataluña y el Sur. El cuerpo principal ocupó Huesca, pero una columna , evitando la plaza fuerte de Jaca, atravesó la Guarguera y parte de Sobrarbe. Para juntarse las fuerzas sobre Barbastro, donde se desarrolló una de las grandes batallas del conflicto.

Esta columna buscaba apoyo a la causa, y alimentos para reponer, sobre la marcha. Curiosamente toma militarmente Gésera y asalta Secorún, respetando Aineto y Laguarta. Saludando a las casas importantes de ambos lugares. No tenía nada que ver con ser Carlistas o Isabelinos, sino con las rivalidades de las Casas Fuertes del Valle.

Cuando se empieza a realizar política, en el siglo XIX, a través de la participación en las Cortes/ Senado y en periodos de muy distinto signo, son dos familias, los Villacampa de Laguarta y los Otín del Castillo de Leres ( con relaciones familiares entre ellos y con el resto de familias infanzonas ) las que durante un siglo tienen representación parlamentaria como Diputados en Cortes o Senadores y en la Diputación Provincial de Huesca.

Estas dos localidades, tienen otra característica que define a la Guarguera, las vías de comunicación y su control. En la Edad Media al mismo tiempo que se articula el territorio con la repoblación, se articulan las comunicaciones con los caminos como elementos fundamentales para sobrevivir.

La familia Villacampa y luego la Honor de Laguarta, fueron los encargados de la protección de un importante nudo de caminos. Hasta allí llegaba el Camino Real, que unía las Cunas de Aragón: venía desde Sobrarbe (Monasterio de San Victorián) , entraba en la Guarguera por Matidero y con referencia en Laguarta, desde allí hacia Gillué, por Fablo al Valle de Basa y desde allí a cruzar el Río Gállego, hacia Jaca y S.Juan de la Peña.

Nudo de caminos

Además confluían también en Laguarta:

El camino de S.Urbez ( Añisclo, Albella, Laguarta, Ceresola, S.Urbez de Nocito y Huesca), como vía religiosa, cultural y económica.
El camino de Fiscal, Sobrepuerto y Valle del Ara en su curso alto,
El Camino de Bibán, Sanpoliz y Otin que llegaba hasta Morrano y Bierge (tenían viñas y olivares en esas tierras).
El camino de la orilla derecha del Guarga, terminando las conexiones en Villobas,
El camino de la otra orilla (S.Urbez) con conexión desde Aineto a Belarra y desde allí con la zona de influencia del Castillo de Lerés.
Además había muchos caminos secundarios.

La Guarguera mantenía una relación de intercambio de sus productos (legumbres, cáñamo, quesos…) con los de los lugares de destino de todos ellos y a cambio de los que producía se recibían desde el aceite y el vino del sur, hasta los documentos que unas veces había que ir a hacer hasta Jaca y otras hasta Ainsa/ Boltaña. Dependiendo de los repartos territoriales o del cambio de los distritos de todo tipo. Para que funcionase el sistema, había que mantener las rutas abiertas y de ello se encargaban desde antiguo las familias nombradas.

Este sistema de comunicaciones no sólo permitió una rica vida comercial sino que también permitió el desarrolló una necesaria vida social y de relación.

Molinos

Un buen ejemplo de estas relaciones es el de los “ molineros”

Matidero
Laguarta ( Villacampa y Los Molinos)
Cañardo ( Cañardo y Secorún)
Molino de Escartín
Molino de Villobas
Molino de Solanilla
Nocito y Bara,

Se reunieron durante muchos años en S.Urbez para tratar sobre el precio y condiciones de la molienda. Quedaba fuera de este sistema el Molino de Alavés, más vinculado a la cuenca del Gállego.

Un importante punto de encuentro de las distintas zonas eran las manifestaciones religiosas, no sólo por la devoción, sino también porque en estos encuentros se vendían productos, se apañaban matrimonios, se solucionaban problemas o se intercambiaba información.

Ejemplos de estas manifestaciones religiosas son las Romerías Mayores de San Urbez y Sta. Orosia, a las que acudían los “romeros“, los “cruceros” y las banderas de cada pueblo que tenía derecho. Ambas romerías se encuentran en la actualidad recuperadas.

Junto a ellas convivían las Romerías menores, con un ámbito más localizado: La Virgen de los Palacios de Matidero, S.Urbez de Ceresola, La Virgen del Solano de Layes o La Virgen de Grasa, entre otras.

Relaciones y encuentros vitales para los habitantes de los pueblos, porque la unidad de trabajo, de convivencia y de funcionamiento, era la “Casa Aragonesa” donde podían llegar a convivir varias generaciones con unos límites muy cercanos. Era necesario saber del mundo para luego hablar, soñar e imaginar en la cadiera junto al fuego bajo. En los largos inviernos se contaban historias como la del mito del “Yeti local” , “el hombre choto de Canciás”, “La caseta de las Brujas” ,“la mujer ladradora de Cañardo”(documentada en un proceso del tribunal de la Inquisición) y otros casos de magia, brujería y mundos ocultos

Siglo XX

Entrado el siglo XIX, con los cambios en las propiedades y la mecanización agrícola incipiente, surge la necesidad de contar con vías de comunicación que permitan el paso de carros, para traer mercancías, maquinaria, etc … Muy costoso por los caminos de herradura. A finales del siglo XIX la familia Villacampa de Laguarta como Diputados Provinciales y Senadores, piden la realización de una carretera que uniese San Juan de la Peña y San Victorián, por La Nave, como idea romántica y práctica al mismo tiempo. Fueron 20 años de propuestas parlamentarias, apoyadas por los Villacampa y los Otín ,al final se consiguió redactar un proyecto que inicialmente era una carretera que unía Orna ( Estación de Ferrocarril) y Jánovas ( Sobrarbe).

Este año hemos celebrado el centenario de la puesta en marcha de la Central Hidroeléctrica de Laguarta. Recién abierta la Estación de Ferrocarril de Orna, se llevó hasta allí la maquinaria y luego con caballerías, atravesando la Guarguera hasta su ubicación. No había carretera.

Carretera

Las obras de construcción no empezaron hasta 1920

El primer tramo hasta desde la Nave al barranco de Atos
1924 llega al Molino de Villobas
1927 llega hasta Guillué
1930 llega a Secorún ( los dos últimos tramo tercero)
1933 se realiza el tramo cuarto, muy complicado por el viaducto de Cañardo, y llega hasta Laguarta. Desde allí a tres kilómetros, a lo que se llama “ Puerto del Serrablo” en esos momentos, luego pasa el nombre al actual.
1936 cuando estalla el conflicto bélico se ha llegado hasta Campodarve y durante la Guerra Civil, hasta Boltaña. A través de lo que todavía se conoce como la “Pista de los Rojos”. Las obras consisten en la apertura de la caja, su acondicionado como pista, malecones, obras de fábrica, cunetas, puentes…
Pero no se pavimenta hasta hace unos 40 años.

Con la llegada de la carretera hasta el final de la Guarguera (en el garaje Villacampa de Laguarta todavía consta la inscripción de 1933) empieza a funcionar una línea de autobús “ La Ribereña”. Toda una revolución para La Guarguera. En 1934 se inicia una línea regular de viajeros entre Orna (ferrocarril) y el Molino de Escartín. En 1936 se amplía desde Sabiñánigo a Laguarta. Después de la Guerra Civil en 1940 se recupera el servicio y se amplía hasta Campodarve, y es la encargada de transportar el correo y los paquetes. Además de los servicios de ruta organizaba excursiones como la que hicieron las gentes de Laguarta a S. Juan de la Peña en 1935.

Junto a la carretera son los años que se inicia la construcción de las nuevas escuelas, en los pueblos. Los Proyectos y sus inicios, fueron obra de la II República.

Guerra Civil

La Guerra Civil 1936/1939 trajo también muchas tragedias en La Guarguera. La línea del frente estuvo estabilizada a la altura del Gállego el primer año, con escaramuzas en todos los sentidos y episodios como los sucedidos en Laguarta. Inicialmente la Guarguera era un zona intermedia entre los grandes combates del entorno de Huesca y los de la Zona Yebra-Biescas.

En 1937 el ejército republicano rompe el frente en La Nave. Durante unos meses se fijan nuevas posiciones, en las zonas militares de toda la Guarguera.

En marzo de 1938 se retira la famosa 43 ª División Republicana por la Guarguera , hacia Boltaña y la Bolsa de Bielsa. El Molino de Villobas se convirtió en centro logístico y sanitario (A.Hudgson “ A una milla de Huesca”). En el Molino de Escartín funcionó durante estos meses un Hospital de Campaña, donde se trasladaban los heridos más graves. Hoy se ha recuperado el Cementerio Republicano.

En Laguarta ( Iglesia y Casa Cudillo Villacampa) se montó el Centro de Mando Republicano. Hubo muchos episodios de muerte y destrucción, en lo más incivil de la definición de este conflicto, desde 1936 a 1938, como recuerdan lápidas en los cementerios y las ruinas de los edificios quemados. Remitimos a los estudios que se han realizado y se están haciendo sobre este tema, que arrojan información sobre la oscuridad.

Posguerra

Después de la Guerra Civil, los cambios fueron menos notorios, pero más profundos. Ya nada era igual. Continúo la presencia militar y de la Guardia Civil, para proteger la línea de alta tensión ( que viene de la cuenca del Cinca con destino a las zonas industriales vascas y que atraviesa, Laguarta, Cañardo,Gillue… y fue realizada en el primer trazado en 1923), así como a los habitantes de la fuerte presencia de los guerrilleros republicanos ( maquis). Duró la situación hasta 1952 aproximadamente.

Cambian los tiempos, se van los Guardia Civiles, se reducen los servicios públicos y la carretera que debería servir para traer vida, sirve para que se puedan abandonar más fácilmente los pueblos, en busca de la ciudad y un jornal, como modernidad. Al mismo tiempo Patrimonio Forestal del Estado empieza a adquirir pueblos enteros. En 1946 se adquiere Villacampa, Aineto, La Pardilla de Trillo…. a partir de 1949 comienzan a ampliarse las compras hasta que en 1963 se da la orden de parar, se cambia de modelo económico. En total más de 9.000 has (Montes Públicos del Gobierno de Aragón, Pardinas del Guarga).

Política forestal

Son terrenos expropiados u obligados a vender. La justificación es la necesidad de repoblar para evitar los procesos erosivos fluviales (colmatación de pantanos) así como la política forestal. Detrás de ello la necesidad de crear empleo con dinero público y sacar de unas regiones mano de obra barata, un modelo territorial diferente. El resultado más de 9.000 has plantadas en 20 años del monocultivo de pino, sin el adecuado estudio de la situación medioambiental y afecciones. Con resultados que hemos vivido con dos grandes incendios y la problemática actual de la gestión de los montes públicos.

Nuevos cambios

Al mismo tiempo desaparecen los antiguos ayuntamientos, la mayor parte de la Guarguera, hasta el rio Alcanadre, se engloba en Sabiñánigo (1973) hoy Comarca de Alto Gállego. La cabecera de la antigua Guarguera y también Serrablo se queda en Boltaña, hoy Comarca de Alto Gállego e incluso algunas zonas con la que compartimos vida hoy son Somontano y Hoya de Huesca.

Los pueblos comprados, se vacían. Los colegios se cierran, la gente se va, muchas veces por el “efecto salida” y se produce una gran despoblación. En 1976, un joven investigador, el Doctor en Geografía José María García-Ruiz, hablando sobre La Guarguera dice: “ Dentro de diez años, quizás bastante antes de 1980, la mayor parte del prepirineo será un desierto demográfico. En parte ya lo es. Será la única forma en que dejará de ser una región en permanente decadencia. Las últimas noticias confirman lo anterior. Cuando se están redactando estas líneas, Laguarta ha quedado totalmente deshabitado. El sector oriental de la región ( Guarguera) ha quedado abandonado”.

Siglo XXI

Hemos entrado en el siglo XXI sobradamente, ha llegado la electricidad al valle, se han recuperado muchos núcleos, se levantan casas donde había ruinas, se reivindica una carretera digna y comunicaciones de todo tipo…. Posiblemente se están escribiendo páginas nuevas de esta “historia” y no somos conscientes.

Hemos aprendido un poco y la lucha es parte de ello. Agradecemos el trabajo del Dr. J.M García-Ruiz …. pero ahora después de más de cuarenta años de su publicación, nos gustaría decirle, que no ha sido así, que la Guarguera no está abandonada, que hay gentes viviendo con mucha ilusión, trabajo, esfuerzo y lucha .para que no lo sea. Y que posiblemente sin una planificación, sin un “único proyecto”, hemos confluido personas diferentes, pero con un mismo objetivo “ mantener la Guarguera Viva”

Nuestras disculpas, por el tono de esta “ Historia”, por querer transmitir ideas y no datos, por querer dejar un mensaje claro “ sobrevivir”. Gracias por la comprensión y esperamos más apoyos para ello.

Julio 2018

BEGOÑA ALONSO RODRIGUEZ

PEDRO M. MARIN CASANOVA

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